(Texto extraído de la página Web de la hermandad.)
Durante la Semana Santa de Cuenca de 1905, tuvo lugar el origen de
la procesión del Silencio, a instancias de la Venerable Hermandad del
Prendimiento de Jesús, en concordia con la del Ecce-Homo de San Miguel. Promovida y costeada en su mayor parte por don Mariano
Catalina y Cobo, la comitiva partió de la parroquia de San Esteban en
aquella lejana tarde de abril de Miércoles Santo. No fueron solamente
los pasos de “Jesús en el momento de ser besado por Judas” y el
“Ecce-Homo de san Miguel”, como decía el programa oficial, los que
integraron el novedoso desfile. Para dar una mayor relevancia al cortejo, se unieron los pasos de la Oración del
Huerto, “… el cual antes solo salía el día de Jueves Santo desde la
ermita de san Antón…”, y una hermosa talla de san Juan Evangelista,
donada por don José Cobo, y que daría origen, igualmente, a la
hermandad que siempre ha cerrado la procesión del Silencio, es decir,
“San Juan y la Virgen en el camino de la Amargura.”
La gran aceptación y compostura demostradas por cuantos
contemplaron y participaron en aquel desfile de 1905 conmovieron
nuevamente a su máximo benefactor, don Mariano Catalina, el cual, en el
mismo año realizó un encargo al escultor Manuel Moreno Sastre, de
Madrid, para las tallas de un nuevo paso de “Jesús orando en el
Huerto”, las cuales llegarían a Cuenca en 1906. El nuevo paso, compuesto por las figuras de Jesús y el ángel,
estaba ejecutado artísticamente al modo “salcillano”, lleno de
sencillez y plasticidad. Completaba para la Semana Santa de Cuenca la
figura del ángel, mensajero del cielo, portador del cáliz y signo de la
comunión con el Dios de la alianza. Juzgando las fotografías
existentes, se deduce un tamaño algo menor del natural para la figura
de Jesús orante, en contraposición con la talla del ángel, que era de
mucha menor dimensión.
El momento evangélico elegido por el escultor se interpreta como
el de la aceptación de Cristo, su conformidad para la salvación de los
hombres. La expresión del rostro sosegado, mirando al cielo, y las
manos unidas, descansadas, así lo atestiguan. Desde 1906 hasta 1923, este paso de la Oración del Huerto
pertenece a la Venerable Hermandad del Prendimiento, cofradía que lo
mantiene y saca a la calle cada Miércoles Santo abriendo la
procesión del Silencio.
En 1923 es cuando se forma la hermandad,
instituida por 92 cofrades y presidida por el primer hermano mayor D.
Salustiano García, bajo la advocación de una imagen del Señor,
representativa de su Oración en el Huerto de Getsemaní, vulgo de las
Olivas para tributarle cultos de altar y procesional en la noche de
Miércoles Santo, en la procesión llamada del Silencio; habiéndose
formado para el régimen y gobierno de dicha hermandad las oportunas
constituciones en que se precisa dicho culto, así como el bien
espiritual de los hermanos, y, para que pueda instituirse canónicamente
aquélla, se elevan al obispado. Las constituciones fueron definitivamente aprobadas, tras
oportuno informe del Fiscal diocesano, por el obispo y beato mártir
Cruz Laplana Laguna, el 17 de Junio de 1924.
En 1936 es incorporada al paso procesional la talla de san
Pedro, siendo imaginable la pretensión de la hermandad de intentar
añadir las figuras de los otros apóstoles dormidos, tal y como venían
representándose desde el siglo X en iconografías y esculturas diversas. En mayo de ese año, la hermandad adquiere un retablo para la
colocación de las sagradas imágenes en la iglesia. En su día se dijo
que era de una gran belleza y así se deduce de una antigua fotografía
donde se aprecian las paredes de fondo con olivos pintados. Unos meses
mas tarde, iniciada la Guerra Civil, serán destruidas todas las
imágenes, andas, enseres procesionales y retablo de la parroquia de San
Esteban.
Posteriormente de producirse la desaparición total de la
historia de la hermandad como consecuencia de la contienda civil, ésta
se reorganiza y al no contar con talla, en 1940 se incorpora al
desfile del Jueves Santo, acompañando a la hermandad de Jesús amarrado a
la columna, celebrando su primera junta general el día 9 de marzo de
1941. En esa junta se da cuenta de las gestiones llevadas a cabo
por el secretario con la Junta de Hermandades de Semana Santa que
había encargado al escultor Luis Marco Pérez la construcción de un
grupo escultórico que representara la Oración en el Huerto.
La primera cuota que establece es extraordinaria de cinco pesetas
para poder atender los gastos de procesión y función del año en curso.
Para poder llevar el paso en la procesión de 1941, se sortea entre
todos los hermanos teniendo que abonar cada uno de los elegidos la suma
de cinco pesetas que son ingresadas en los fondos de la cofradía.
En 1953 se incorporan al paso las figuras de los tres apóstoles,
aumentándose el número de banceros que, de veinte, pasa a ser de
treinta y dos. En la década siguiente se volvería a incrementar su
número a treinta y ocho. El paso por entonces se alojaba en la iglesia de San Andrés y
sabemos que, en 1964, hubo de realojarse en un local de alquiler en la
calle Yesares, mientras las obras que, entretanto, se acometían en el
antiguo templo que le daba cobijo. En el Miércoles Santo de 1966, cuando se disponía a salir en
procesión desde la iglesia de San Andrés, se produjo una grave caída
del paso que ocasionó serios desperfectos en las imágenes,
especialmente en la del ángel, que ese año no pudo desfilar. Unos años
después, y para evitar incidentes similares, se acuerda la colocación
del tercer banzo con el que todavía desfila, pasando los banceros a ser
cuarenta y cuatro.
En 1978 se acomete la primera restauración del paso, que es
llevada a cabo por los hermanos Pérez del Moral. En 1981, conforme a
idea del hermano Miguel Jiménez Sarria, se incorporan al mismo los
grandes candelabros forjados por Victoriano Carbonero Perpiñán. En 1991 llegó la
instauración del Concierto de Marchas Procesionales que la Banda de
Música de Cuenca viene interpretando con gran éxito desde entonces.
En 1994 se acomete la segunda restauración del paso que es
encargada a la empresa restauradora, La Arqueológica C.B.
En 1997, y por lo que a uniformidad se refiere,
se retorna a los cordones blancos con madroños morados, abandonándose
los amarillos que durante décadas se usaron.
A partir de la década de los 2000 se inicia el apadrinamiento de niños, ampliándose la labor de
caridad y ayuda social a través de distintas instituciones y
organizaciones; se consolidan los conciertos de marchas procesionales y se graba en 2004 un doble CD con una completa selección de las
mismas. En 2005, se instala un monumento dedicado a la Hermandad en el atrio de San Esteban realizado por Tomás Bux. También en este año, se celebró el Centenario de la Procesión del
Silencio, así como, después, el magno Jubileo de San Julián.
Al año siguiente, se cristaliza el Hermanamiento con el Huerto de
San Antón estableciéndose cada año un día de convivencia para
fortalecer aún más los lazos de amistad. Por otro lado, se comenzó a
homenajear anualmente a los hermanos de mayor antigüedad.
En 2008, se edita un audiovisual documental sobre la cofradía por
medio de Producciones Play. A finales de ese año, y en junta
extraordinaria en Diciembre, se aprueban constituciones.
La Banda de Música de Cuenca graba en 2010 un CD de
marchas procesionales entre las que componen una de las marchas
dedicadas a la Hermandad “Orando en Getsemaní” obra de Aurelio
Fernández Cabrera. Ese mismo año, se realiza al final el viaje a Tierra
Santa en el que por motivos bélicos no se pudo hacer con anterioridad;
en la sección “Multimedia” se pueden apreciar diferentes instantáneas
del viaje.
En el año 2012, se acomete una restauración al guión de la
Hermandad y se pone en marcha
la “Asociación Cultural Huerto de San Esteban” compuesta por jóvenes de
la Hermandad.